RABIA
PARALITICA BOVINA
(DERRIENGUE)
Es una infección viral aguda,
invariablemente fatal, transmitida por mordedura, que afecta al sistema
nervioso central y que se manifiesta por una encefalomielitis no supurativa y
por signos neurológicos variables en el ganado bovino.
ETIOLOGÍA: Virus Lyssavirus neurotrópico
de la familia Rabdoviridae (virus RNA)
PERIODO
DE INCUBACIÓN:
Es de 3 semanas con variación que va desde los 5 hasta los 60 días y
ocasionalmente hasta varios meses.
DISTRIBUCIÓN: En México se le
localiza principalmente en las costas tropicales que van desde el sur de
Tamaulipas abarcando Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo y
desde el sur de Sonora recorriendo toda la costa del pacifico por el istmo de
Tehuantepec hasta Chiapas.
TRANSMISIÓN: Es por mordeduras
profundas de los murciélagos hematófagos o vampiros.
Desmondus rotundus: Es el vampiro común,
prefiere la sangre de los bovinos, habita en cuevas, árboles, construcciones y
en una variedad de ecosistemas como el trópico, desierto,
ciudades y vive en altitudes que van desde el nivel del mar hasta los 3, 000 m
snm.
ESPECIES SUSCEPTIBLES: Bovinos y todos los
animales de sangre caliente.
FACTORES DE
PREDISPOSICIÓN: La
rabia en el bovino en México tiene un presentación estacional que alcanza su pico
en los meses de enero a marzo.
PATOGENIA: Una vez que ha ocurrido
una mordedura profunda, el virus presente en la saliva alcanza un axón en donde
se replica alcanzando las terminaciones neruromusculares y neurotendinosas y de
allí migra hasta alcanzar el sistema nervioso central, la duración de esta fase
dependerá de la localización de la mordedura. Una vez allí viaja ahora en dirección
centrífuga localizándose en una gran variedad de tejidos como son glándulas
salivales.
SIGNOS CLÍNICOS
Al inicio de algunos
casos de rabia se presenta depresión, anorexia, disminución en la producción
láctea, ataxia, flacidez de la cola y del esfínter anal, tenesmo en forma
constante, timpanismo moderado, salivación y en los machos, flacidez con protrusión
del pene acompañado de excitación sexual. El reconocimiento de estos signos
durante estas etapas iniciales de la enfermedad, permite limitar el riesgo de
exposición humana.
Una vez pasados estos
signos iniciales, la enfermedad puede tomar un curso
como una de las tres
presentaciones clínicas en los bovinos que son:
FORMA PARALÍTICA O DERRIENGUE: Es
la forma más frecuente y conocida en México, que puede o no presentar una fase
corta furiosa o de excitación. Frecuentemente se observan heridas por
mordeduras de vampiros aún frescas con hilillos de sangre o ya con sangre seca.
Las pupilas de los bovinos afectados están dilatadas, hay exoftalmos, pelo
erizado, salivación profusa, parálisis ascendente progresiva, incoordinación y
paso vacilante a lo cual se le llama derrengueo, de allí el nombre de
derriengue. Más adelante los animales están en decúbito e imposibilitados para incorporarse
y finalmente ocurre la muerte.
FORMA FURIOSA O FORMA ATÍPICA: Es
la presentación más evidente y por lo tanto la más factible a ser
diagnosticada. El bovino afectado tiene mirada alerta, expresión de locura,
manía o frenesí con la cabeza y orejas erectas, ataca a otros animales,
personas o vehículos,, objetos inanimados como postes, comederos, corrales,
troncos, paredes, árboles, etc. Posteriormente aparecen en decúbito con
parálisis de cuello flexionado hacia atrás, el curso de la enfermedad es corto,
ocurriendo la muerte por colapso, en un promedio de 48 horas.
TRATAMIENTO, CONTROL Y PREVENCIÓN
El tratamiento no
existe, una vez que el animal presenta signos clínicos la muerte es inminente.
La prevención consiste
en inyectar al bovino 5 mg. de warfarina / kg de peso corporal por 4 días
consecutivos.
La aplicación de la
vacuna antirrábica en los bovinos no únicamente previene la enfermedad en esta
especie, sino también en el humano.
El programa de
vacunación antirrábica indica que la primer vacunación debe aplicarse al mes de
nacido aplicando un refuerzo entre el tercer y sexto mes de edad y
posteriormente revacunando anualmente.
Asimismo se emplean
redes para atrapar vampiros a los que se maneja con doble guante de carnaza y a
los que se embarra en la espalda, jalea de petróleo mezclada con difenadiona.
Los vampiros al ser liberados dispersan el producto en la colonia mediante los
lamidos entre unos y otros, lo que constituye un hábito de limpieza.